domingo, 26 de julio de 2015

Caminar solo, caminar acompañado


Hace unos días tuve una conversación con una persona que trabaja en el mismo sector que yo, solía trabajar conmigo y tenía muy buen rendimiento. Como parte del equipo yo le aconsejaba, quizás en muchas ocasiones le presionaba, le demostraba y hacía evidentes las cosas que hacía bien y su crecimiento se hacía constante, como todo, había momentos de altos y bajos. Dentro de la conversación hablábamos de las cosas cómo se hacen en RE/MAX y cómo se hacen en otros sitios. En otros sitios premian los números por delante de las acciones correctas, por ejemplo, premian el número de propiedades captadas para la venta, que el que esas captaciones estén bien captadas, en precio y así un sinfín de detalles.  

Ser agente inmobiliario es duro, porque partes de la base que en muchos casos, son los mismos clientes que te necesitan, los que a veces, te rechazan, porque es una profesión que exige estar muy al día en temas fiscales, legales y además desarrollar talentos como la relación con las personas, negociación, algo de psicología, y mucho, mucho valor. Valor porque no es fácil decirle a una persona que su propiedad compite con otras, que su propiedad que tanto ama y en donde ha vivido tantas emociones, no vale lo que el considera que vale. Valor porque defender tu plan de marketing y tus capacidades también es importante, y valor para calificar a un cliente comprador, valor para decirle no puedo enseñarte esta propiedad porque aún no vendes la tuya y no tienes los recursos para comprarla. Valor para demostrar que para ti lo que te importa de verdad es la persona y su problema, no su propiedad.

Como agente inmobiliario, además estás en la calle, sólo, con tus dudas, debilidades pero también con tus talentos.   Creo que todos debemos buscar compañeros de viaje con los cuales podamos crecer, mejorar, reír, y alcanzar objetivos.

Los agentes que están en mi equipo saben que no están solos, tanto ellos como yo, estamos en un proceso de aprendizaje y mejora continúa, de formación y realización. Constantemente hablamos de lo que hacemos, cómo lo hacemos, valoramos si está bien, implantamos medidas de corrección, crecemos juntos. Siempre es mejor caminar acompañado, no camines solo.

domingo, 12 de julio de 2015

Oídos sordos

Hay un momento en que cualquier persona que esta desarrollando un proyecto, sea de la índole que sea, una empresa, un nuevo trabajo, prepararse para un examen, etc. Siente que el mismo se le va de las manos, que no está llegando, que se le acaba el tiempo, y una sensación de angustia se apodera del cuerpo que incluso cuesta respirar. Es ahí en donde te vienen todos esos comentarios de la gente que te rodea aparecen en tu mente.. “¿Estás segura de lo que estás haciendo?, ¿Podrás hacerlo?… en fin tus pensamientos empiezan a atormentarte en la cabeza y empiezas a ver que todo se desmorona… En estos casos ¿Qué es mejor? ¿Tirar la toalla, salir corriendo, cambiar de nacionalidad? bueno quizás no sea para tanto.

Lo que tienes que hacer es, quitar todos esos pensamientos de tu cabeza, imagínate llegando a la cumbre, imagínate logrando aquello que te propones y lo más importante, no dejes de hacer lo que tienes que hacer. Lo que te lleva a la cumbre no son los pensamientos, es tener un plan claro, con acciones y hacerlas, y hacerlas todas, incluyendo aquellas que te hacen sentir más incómodo. Que cuando las superas, te sientes ¡el rey de la selva!

Personalmente tengo una responsabilidad grande, tengo 13 agentes que han confiado en mí para llevarles a ser verdaderos profesionales inmobiliarios, felices, apasionados, un proyecto por delante de crecer, incorporar más agentes,  pero sobretodo, ayudar a muchos clientes a vender y comprar propiedades a administrar su patrimonio.

No me puedo dar el lujo de caer, simplemente, me imagino a mis agentes conquistando la cima, obteniendo reconocimiento por sus clientes, logrando sus objetivos, y eso hace que no deje de hacer lo que tengo que hacer. Nada garantiza que tenga éxito en la empresa que estoy desarrollando, pero lo que si puedo garantizar es el esfuerzo, constancia y acciones que dependen de mi, y voy a ello.

Esta semana estoy en Barcelona, son muchos agentes que han confirmado su asistencia a la formación que imparto, ¡eso es una gran responsabilidad! algunos creen que dando cursos dejo de lado mi trabajo y que pierdo el tiempo, lo que les puedo decir es que gracias a que imparto formación, estoy constantemente formándome y eso al final repercute en la información y formación que tiene mi propio equipo pero sobretodo, me ayuda a ver las cosas en perspectiva, ya que aprendo de todas las personas con las que hablo. 

De nuevo, oídos sordos a las personas que no ayudan, a los pensamientos derrotistas, continuar formándonos y a ¡ponernos a la acción!